Nadal al Moll de la Fusta Barcelona

La Navidad se ha instalado en el Port Vell. Desde hace unas semanas el final de la Rambla luce más que nunca. La Feria de Navidad era uno de los eventos más esperados por los barceloneses y no ha defraudado.

Esta se inauguró el pasado 5 de diciembre y permanecerá encendida hasta el 5 de enero. Aunque muchos turistas y locales se acerquen a degustar la comida de las paradas que diversos restaurantes han plantado en la plaza del puerto, o a escuchar los conciertos que se realizan cada noche, el principal atractivo turístico de esta feria navideña es su iluminación.

UN AMBIENTE ÚNICO

Junto a la escultura de Colón, el hotel W, el World Trade Center y todos los yates y cruceros que destacan en el Port Vell, encontramos una imponente noria blanca que gira cambiando de colores y un árbol navideño, de 31 metros de altura, que deslumbra a cualquiera. Las formas que realizan, la versatilidad con la que cambian y las combinaciones diversas y sorprendentes que efectúan los millones de leds que las conforman realizan un espectáculo visual que ha enamorado a su público. El belén flotante (de siete metros de altura) instalado en las aguas del puerto es la guinda del pastel de esta feria navideña.

Los más pequeños aprovechan para subirse a los caballitos del precioso tiovivo en tonos dorados que ocupa el centro de la plaza, y los más curiosos ojean libros, láminas y antigüedades expuestas en las paradas que ha habilitado el Ayuntamiento. Pero como todo esto suena bien, pero visualmente es mejor, BMagazine ha hecho una selección de las mejores imágenes para que puedas ver como luce la Feria de Navidad del Port Vell.